¿Cuánto vale tu empresa?
Aunque parece una pregunta sencilla de responder, pocos emprendedores conocen verdaderamente la respuesta. Y esto es porque, muchas veces, ignoran qué factores son los que deben tomar en cuenta para conocer, realmente, la valuación de su empresa. ¿Sabes a cuánto asciende la tuya?
Ojo, no se trata de hacer “cálculos al aire”, “a ojo de buen cubero” o soltar números “más o menos” aproximados; por el contrario, me refiero a que conozcas la cifra real de cuánto representa, el valor de tu empresa. ¿Por qué necesitas saberlo? Muy sencillo: imagina que quieres venderla, fusionarla, saber cuánto has conseguido con tu trabajo o lograr atraer inversión para mejorar o incrementar su operación; justo para todo eso es que sirve tener clara la valuación de la organización.
Para ayudarte a conocer este dato, primero definamos qué factores son fundamentales para su operación, prestigio y crecimiento. La siguiente lista, por ejemplo, tiene algunos puntos que un inversionista toma en cuenta para decidir si destina fondos en una inversión ó en un proyecto en particular:
Marca: ¿qué tan importante es el nombre de tu compañía y de sus productos o servicios? Con toda honestidad, cuestiónate si ya pesa o es un referente en el mercado.
Posicionamiento: ¿dónde te encuentras en el mercado? ¿Te reconocen ya los consumidores? ¿qué opinión hay acerca de lo que haces y ofreces en tu compañía?
Trayectoria: ¿cuánto tiempo llevas dedicándote a tu actividad? ¿cómo te ha ido desde que empezaste a operar?
Expectativas de crecimiento: ¿Hacia dónde quieres llevar a tu negocio? ¿Cuáles son tus metas? ¿Qué te gustaría lograr alcanzar?
Participación en el mercado: ¿Cuántas han sido tus ventas y su crecimiento en el tiempo? ¿Cómo te encuentras frente a la competencia? ¿Eres una empresa líder o apenas comienzas?
Valor agregado: ¿qué plus ofreces? ¿qué te hace distinto? ¿por qué piensas que tu empresa puede captar la preferencia de los consumidores?
Flujo de efectivo: Este es un punto fundamental. ¿Cuál es la utilidad que obtienes luego de cumplir con tus costos y gastos? ¿Es constante o irregular? ¿Ha registrado crecimiento? ¿Si está en números rojos, es por una estrategia definida, o es porque el modelo de negocio no es viable?
Deuda: Seguramente las tienes; de hecho, es algo común en cualquier emprendimiento. Sin embargo, no olvides que, el crecimiento a través de deuda debe de ser planeado, sino, puedes correr el riesgo de reducir el valor de la organización.
Equipo de trabajo: ¿Quiénes son los que están a cargo del negocio? ¿Eres solo tú o tienes ya un equipo conformado con tareas en específico? ¿Qué compromiso, pasión y actitud tienen hacia la operación y su mejora?
El siguiente paso ideal para encontrar la valoración exacta de tu compañía sería guiarnos por algún procedimiento ya establecido; pero, malas noticias, no hay alguno que pueda revelar un número preciso. Y esto es normal porque la empresa apenas está conformándose y no cuentas con números de resultados que permitan comparar cómo ha sido tu desarrollo en un periodo mediano.
Sin embargo, te sugiero que cheques el método de Transacciones Comparables que refiere que, dependiendo del tipo de empresa que estés creando, puedes buscar un indicador que represente su valor según el sector en el que se encuentre. Por ejemplo:
Ingreso Recurrente Mensual (para SaaS, Software as a Service)
Número de tiendas (Retail)
Patentes registradas (Biotecnología y Farmacéuticas)
Este dato vas a compararlo con lo que hacen otras compañías similares, como sus ingresos o sus usuarios activos semanales (WAU) y vas a promediarlos. Esto te arrojará una cifra más aproximada de lo que vale tu empresa. Sin embargo, algo que siempre destaca, además de las cifras, es que tengas bien desarrollado un plan de negocio que respalde la confianza que buscas lograr.
Si en tus planes está atraer inversión, recuerda que tener una valoración cercana a la realidad (sin números inflados) te permitirá tener información para negociar montos de inyección de capital, participaciones y expectativa de resultados; pero, lo más importante, es que generarás certeza y te acercará cada vez más a montos más atractivos. De eso y de lo que tienes que decir a la hora de presentar tu plan de negocios, hablaremos en nuestra próxima entrega.