¿Pagar deuda o hacer crecer mi negocio?: el dilema de las startups
Hay que perderle el miedo a las deudas; al menos, en el ámbito del emprendimiento. Y es que es común que las startups, a fin de lograr la liquidez necesaria para innovar y seguir creciendo, buscan obtener capital a través de un financiamiento externo. Por ello es que existen actualmente en México un buen número de opciones crediticias -bancarias y otras promovidas por las fintech- para atender esta necesidad de acuerdo a distintas tasas de interés.
Al respecto, como ya lo hemos mencionado en otras entregas, uno de los puntos principales en un pitch para buscar inversión contempla referir los números que den a conocer la situación del proyecto; es decir, mencionar las utilidades, costos, ganancias, ventas y deuda que registra. Éste último tema, precisamente, es muy importante ya que es necesario saber cuánto debe la startup, a quién y por qué.
Honestamente, generaría mucha desconfianza un proyecto que se presente, solicitando una inyección de capital, sin mencionar que adeuda una cantidad a un tercero. Volvemos a mencionarlo: en nuestra experiencia desde el Venture Capital apostamos al riesgo pero, para saber correrlo necesitamos conocer todas las variables alrededor de un negocio. Y la deuda habla de su salud financiera.
Es entonces que, si consideramos evaluar favorablemente al proyecto, se da una encrucijada para el emprendedor: ¿para qué utilizará el capital que obtuvo? ¿Para hacer crecer su negocio o para pagar lo que debe?
Una decisión difícil
El crecimiento, de cualquier empresa, cuesta. Y para el caso que analizamos es muy complicado que, por recursos propios, una startup pueda autofinanciarse (al menos en su primera etapa). Por ello, es común que los emprendedores, al plantear su crecimiento y requerir capital, busquen inversionistas -entre familiares y amigos- a cambio de darles una parte de su compañía.
Este, por supuesto, es un error común para la salud financiera del negocio. Porque, aquella persona que presta un capital apenas suficiente, normalmente tampoco participa ni se involucra en las decisiones operativas y, sin embargo, cuenta con un porcentaje de las utilidades que se obtienen. Si el caso fuera que abonara no solamente con un monto, sino también, con conocimiento, alianzas estratégicas o networking, podríamos decir: ¡acéptalo, es un socio que te conviene! pero, difícilmente, eso ocurre.
Lamentablemente, esta es la historia de muchos emprendimientos que comprometen, por una mala racha o falta de liquidez, sus ganancias. Y todo, por tenerle miedo a un financiamiento.
Partamos de un punto: endeudarse es parte del crecimiento. Y buscar un préstamo, a través de un banco u otra institución autorizada para brindar un crédito, es algo completamente sano; incluso, podríamos considerarlo, necesario para que una empresa impulse su crecimiento.
Justo ese es uno de los puntos más importantes que tomamos en cuenta en los proyectos que analizamos para invertir: cuánto dinero adeuda y a quién. Imaginemos un emprendedor que nos presenta su startup y nos habla que requiere dinero para pagar todas sus deudas y luego pensar en crecer; si ese fuera el caso, sería una mala decisión para nosotros confiar en un proyecto que no prioriza su crecimiento por condicionarlo a los compromisos personales.
Por el contrario, si nos presentan una empresa que, a pesar de estar comprometida con un crédito bancario, requiere capital para optimizar su producción y operación, y así aumentar su presencia en el mercado, sería mucho más fácil para nosotros poner capital en ella. Porque lo que busca es mejorar el negocio y obtener mejores utilidades que le sirvan para pagar su deuda.
Entonces, ¿cuándo y cómo debe una empresa endeudarse? Sencillo: siempre que necesite crecer. Incluso en los fondos de inversión, como Polígono Capital, podemos otorgarles líneas de crédito mucho más baratas y adecuadas a sus necesidades. En ese caso, por ejemplo, las acciones de la compañía pueden fungir como garantía de pago..
Una mayor rentabilidad
Entonces, con toda esta información, queda claro que los créditos son una alternativa adecuada para los proyectos y startups que, en su primera etapa, buscan capital para profesionalizarse y continuar creciendo. Además, los fondos de inversión, siempre evaluamos las condiciones del por qué y para qué tienen deudas y en cuánto tiempo esperan liquidarlas.
La sugerencia es mantener, siempre, una buena relación con las instituciones financieras, lograr un adecuado historial y, sobre todo, perderle el miedo a deber: llevando correctamente todos estos puntos es muy probable que, en un mediano plazo, la empresa tenga alta rentabilidad y buenas perspectivas de crecimiento.