4 tips para manejar el estrés de un mercado bajista
Seguramente lo escuchas todo el tiempo: de boca en boca, la televisión, radio y hasta en podcasts: El comportamiento inflacionario indica que entraremos en recesión durante el 2023. Y aunque no sea el panorama económico ideal, no te preocupes, estas son situaciones que pueden enfrentar siendo estratégico con tus finanzas. Sigue leyendo, pues en el presente blog, te quiero ayudar a responder esta pregunta: ¿Qué puedes esperar de la recesión durante el 2023?
Primero lo primero: ¿Qué significa cuando un país entra en recesión?
Las recesiones se caracterizan por el decrecimiento de la economía durante un lapso de tiempo de al menos dos trimestres consecutivos. Durante una recesión podemos ver ciertos comportamientos en la sociedad que tienen consecuencias muy específicas a corto plazo:
Disminución del consumo e inversión.
Menor producción de bienes y servicios.
Despido de trabajadores.
Aumento del desempleo.
En pocas palabras, durante una recesión lo que se espera es un deterioro persistente y perceptible en la economía y las formas en las que las personas generamos, gastamos, invertimos y ahorramos nuestro dinero.
¿Cómo puede afectar una recesión a tu economía?
Desafortunadamente, una recesión económica implica una serie de retos para toda la ciudadanía. Durante este tiempo podemos percibir que:
La economía decrece.
Las tasas de interés suben.
Las inversiones de riesgo no son atractivas y los inversionistas migran a instrumentos seguros.
Es importante no asociar a una recesión con una crisis o depresión, te explico las diferencias:
Aunque son situaciones financieras similares, la crisis tiene una duración más larga, además que trae consecuencias más importantes como una inflación elevada o devaluación de la moneda.
A su vez, el PIB suele decaer en más de un 10% y es un proceso que puede durar más de dos años, dependiendo de las características internas del país. Por todo esto, la crisis es un proceso más largo y que tiene consecuencias más profundas para los habitantes.
Muchos economistas afirman que la diferencia real entre ambas es la causa por la que las provoca: Generalmente una recesión viene luego de una expansión económica y puede resolverse con algunos ajustes políticos. No obstante, una depresión proviene luego de un boom en activos sobrevalorados, burbujas crediticias o una caída gigantesca de los precios durante un largo periodo de tiempo.
¿Cuánto tiempo tiende a durar una recesión?
Aunque esta es una pregunta difícil de contestar por el constante trabajo de los bancos centrales por resolver la crisis, hay un dato interesante del que podemos partir para asegurar que no debemos sentir pánico por una recesión demasiado larga: Desde el término de la Segunda Guerra Mundial, el tiempo promedio de tiempo en el que termina una recesión es de aproximadamente 10 meses.
Pensemos en las últimas dos recesiones a las que nos hemos enfrentado:
Por un lado, la “Gran Recesión” tuvo una duración de 18 meses tras su inicio a finales de 2007 con la explosión de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera.
La recesión del punto más crítico de la pandemia del 2020 duró solo dos meses, por lo que quedó registrada como la más corta de la historia.
Usualmente, los bancos centrales trabajan de la mano del gobierno para mitigar las dificultades económicas, por lo que podemos contar con que hay todo un engranaje de financieros trabajando arduamente para alcanzar la bonanza económica tan pronto como sea posible.
¿Qué decisiones puedes tomar para proteger e incluso mejorar tus finanzas?
Lo importante durante una recesión, es estar preparados para afrontarla de la mejor manera y así sufrir las menores consecuencias. Aquí las empresas deben aumentar la productividad y reducir los gastos que no estén produciendo ningún tipo de ingresos. Por lo tanto, no se debe disminuir la cantidad de personal a toda costa, sino que hay que evaluar primero toda la estructura para tomar la decisión acertada. Lo importante es tener flujo de efectivo positivo o lo más cercano a cero posible.
Desde el punto de vista de las personas, es necesario tener varias fuentes de ingresos que permitan sobreponerse a circunstancias como esta. También es bueno hacer un inventario de algunos costos de la casa que puedan disminuirse en pro de optimizar todos los gastos. Por otro lado, mantener una perspectiva positiva y enfocarse en monetizar las habilidades propias es fundamental para poder pasar la tormenta financiera. La recesión suelen ser periodos cortos que anteceden a otro proceso de crecimiento, así que hay que prepararse desde ya para el nuevo.